Trading en la zona
Introducción
Teniendo en cuenta los avances en análisis de datos y la naturaleza cíclica de los mercados financieros, podría parecer relativamente sencillo hacer trading. Tan sólo necesitamos una estrategia comercial fiable, seguir las reglas pautadas, y el dinero no tardará en caer en nuestro regazo.
Sin embargo, se sabe que el 95 por ciento de los traders pierden la totalidad de su dinero durante el primer año de actividad. ¿A qué se debe esto? ¿Acaso para tener éxito se necesita poseer un don especial?
Los buenos traders deben aprender a pensar en términos de probabilidades y para eso deben apartarse de casi todos los conocimientos que han adquirido a lo largo de sus vidas. Los buenos operadores en bolsa deben confiar en sus propias gestiones, haciendo lo que hay que hacer sin vacilaciones.
No deben temer al errático comportamiento del mercado. En cambio, deben concentrarse en la información que les pueda ayudar a descubrir oportunidades de mercado, y evitar la información que refuerce sus temores.
Debemos aprender a esperar a que aparezca la próxima oportunidad, pasando por el proceso una y otra vez. De esta manera, aprenderemos de una manera metódica, no arbitraria lo que funciona y lo que no.
Análisis fundamental y la percepción del riesgo
En los últimos tiempos, el análisis fundamental de la bolsa de valores ha adquirido gran notoriedad. El análisis fundamental intenta tomar en consideración todas las variables que podrían afectar a la oferta y la demanda de cualquier tipo de commodity, acción, materia prima, o instrumento financiero. De este modo, el analista fundamental proyecta lo que el precio debería hacer en algún momento en el futuro.
Sin embargo, este tipo de modelo tiene un grave problema. El hecho de que un modelo lógico y razonable cree una proyección en base a todas las variables no es demasiado fiable si los traders, los responsables de la mayor parte del volumen de operaciones, no son conscientes del modelo o no creen en él. En otras palabras, los traders no siempre actúan de manera racional.
No obstante, muchos traders harán el mismo tipo de cosas una y otra vez en su intento de ganar dinero. En otras palabras, los individuos y grupos de individuos generarán patrones de conducta. Estos patrones de conducta serán observables y cuantificables, y se repetirán con fiabilidad estadística.
Siguiendo esta lógica, el análisis técnico organiza este comportamiento colectivo en patrones identificables que indicarán cuándo existirá una mayor probabilidad de que ocurra una cosa sobre otra. En cierto modo, el análisis técnico te permite entrar en la mente del mercado para anticipar lo más probable que pase después, en base a los patrones de mercado generados con anterioridad.
El análisis técnico ha resultado ser muy superior a un enfoque puramente fundamental. En cierta manera, permite al trader centrarse en lo que el mercado hará en relación con lo que hizo en el pasado, en lugar de sugerir lo que el mercado debería hacer en base a la lógica y la razón, determinada por un modelo matemático.
El análisis fundamental no hace más que crear una brecha entre "lo que debería ser" y "lo que es". Si el análisis técnico es tan eficaz, ¿por qué cada vez más traders escogen enfocarse en el análisis fundamental? La respuesta es que es fácil caer presa de nuestros sesgos cognitivos y tomar malas decisiones en momentos de temor, ira, frustración, ansiedad, decepción, traición, y pesar.
Los mejores traders piensan diferente al resto. Su actitud les permite ser disciplinados, y confiar en su método a pesar de las condiciones adversas. En consecuencia, ya no son susceptibles a los temores comunes del trading y los errores que afectan a todos los demás.
Llegados a este punto, la percepción del riesgo es fundamental. Los mejores traders no sólo han asumido el riesgo, sino que también aprenden a aceptar y apropiarse de ese riesgo. De esta manera pueden operar sin el menor malestar emocional posible.
Y es que, intentar evitar algo que es inevitable, tendrá efectos desastrosos en nuestra capacidad para operar con éxito. Debemos aprender a redefinir nuestras actividades en el trading de manera que podamos aceptar el riesgo implícito de las mismas por completo.
De este modo, el mercado no será capaz de generar información que podamos definir o interpretar como dolorosa. El mercado es neutral, evoluciona y proporciona información a cada uno de nosotros, y nosotros tenemos la oportunidad de hacer algo, pero ¡eso es todo!
Si tenemos miedo de equivocarnos, el miedo tomará una decisión en base a nuestra percepción de la información que está proporcionando el mercado, haciéndonos cometer un error. No podremos pensar de forma racional mientras tengamos miedo y hasta que el suceso que lo provoque se haya terminado.
Aunque puede resultar difícil de asimilar, la realidad del trading es que cada operación tiene un resultado incierto. A menos que aprendamos a aceptar por completo la posibilidad de un resultado incierto, intentaremos (ya sea consciente o inconscientemente) evitar cualquier posibilidad que pueda ser dolorosa.
Para triunfar en el mercado bursátil, tenemos dos opciones. Podemos perdernos en el análisis fundamental, intentando eliminar el riesgo considerando tantas variables del mercado como sea posible. O bien, operar en base a patrones estadísticos previos, asumiendo el riesgo, siendo disciplinado y dejando atrás el miedo.
Moderación
Si enseñamos a un mono a hacer una tarea constante y le recompensamos cada vez que la realiza, el mono rápidamente aprenderá a asociar un resultado concreto con una actividad determinada. Si dejamos de ofrecer recompensas, dentro de un período muy corto de tiempo el mono dejará de hacer la tarea.
El mono no gastará su energía haciendo algo por lo que no será recompensado. Sin embargo, la respuesta del mono al quitarle la recompensa es muy diferente si hacemos el ensayo con un calendario de recompensas aleatorias.
Cuando dejamos de ofrecer recompensas, no hay forma de que el mono adivine que nunca más será recompensado por realizar la actividad previa. Cada vez que se le recompensó en el pasado, la recompensa llegó como una sorpresa. Como resultado de ello, desde la perspectiva del mono, no hay razón para dejar de seguir haciendo la tarea.
Esta estrategia puede resultar ser muy adictiva. Sin embargo, cuando esperamos un resultado concreto y no lo conseguimos, nos sentimos decepcionados. Si lo hacemos de nuevo y obtenemos el mismo resultado, es improbable que sigamos haciendo algo que sabemos que nos causa dolor emocional.
Una adicción a las recompensas al azar resultará particularmente problemática para los traders, porque hará que ser consistente sea más difícil. Y es que, si en el apartado anterior hablábamos del miedo, la otra mitad de la ecuación para tener éxito en el trading es la necesidad de desarrollar la moderación. Debemos desarrollar un mecanismo mental para contrarrestar los efectos negativos de la euforia o sobreconfianza resultante de una serie de trades ganadores.
Debemos creer que no hay forma posible de evitar una pérdida, ya que perder es una consecuencia natural del trading, del mismo modo que el propietario de un restaurante asume los gastos asociados a la compra de alimentos. ¿Qué ocurrirá si el mercado no hace lo que nosotros queremos? Sentiremos dolor, dolor emocional.
Pensemos en cuando, de niños, hacíamos algo que realmente nos gustaba, como jugar con un juguete o con nuestros amigos, y cómo alguien con más poder o autoridad nos obligaba a detener lo que hacíamos y hacer algo que no queríamos hacer en su lugar.
El punto es que en muchas de estas situaciones, no tuvimos ninguna responsabilidad personal por lo que nos pasó o por el dolor que sufrimos, porque no podíamos hacer nada para evitarlo. Cuando operamos en el mercado, obviamos cómo asociamos el cambio instantáneo de la alegría al dolor del mismo modo que cuando éramos niños.
Si no aprendemos a aceptar los riesgos propios del trading y no nos protegemos de estas conexiones naturales entre nuestro pasado y el presente, culparemos al mercado de nuestros resultados en vez de responsabilizarnos por ellos. Muchos piensan que están asumiendo la responsabilidad, pero en realidad desean que el mercado lo haga por ellos. La mayoría de traders quieren que el mercado realice sus expectativas, sus esperanzas y sueños.
La sociedad en general puede que funcione de esta manera, pero éste no es el caso de los mercados. En la sociedad, esperamos que otras personas se comporten de manera razonable y responsable. Cuando no es así, y sufrimos como resultado de ello, la sociedad tiene recursos disponibles para corregir el desequilibrio. El mercado, en cambio, no tiene el deber de darnos nada ni hacer nada que nos beneficie.
Imaginemos ahora un escenario, en el cual tus últimas dos o tres operaciones fueron perdedoras. Estás analizando el mercado, y, de repente, las variables que utilizas para indicar que existe una oportunidad, aparecen. En lugar de ejecutar de inmediato el trade, vacilas.
El trade parece muy arriesgado, de hecho tan arriesgado, que empiezas a preguntarte si se trata "realmente" de una señal. Como resultado de ello, empiezas a reunir información para argumentar que este trade probablemente no funcionará. Pero esta información no es la que normalmente examinas, no es parte de tu metodología para negociar.
Lamentablemente, te estás alejando de tu punto de entrada original, donde hubieses realizado la operación si no hubieses dudado. Ahora entras en conflicto, ya que todavía deseas entrar, ya que dejar pasar un trade exitoso es doloroso. Al mismo tiempo, a medida que el mercado se aleja de su punto de entrada, el riesgo de la operación aumenta. El dolor dentro de tu mente se intensifica.
No quieres perder la operación, pero tampoco quieres perder dinero. Finalmente, no haces nada, debido a que tu conflicto te genera parálisis y justificas tu estado de inmovilidad diciéndote que era demasiado arriesgado mientras agonizas al ver que el mercado se mueve en la dirección que te habría hecho ganar dinero.
Si esta situación te resulta familiar, quiero que te preguntes: en el momento en que dudaste, ¿percibías que el mercado te estaba ofreciendo una oportunidad, o percibías que se trataba del reflejo de lo que estaba en tu mente? El mercado te dio una señal. Pero tú no la percibiste desde una perspectiva positiva u objetiva.
Sin embargo, si cambiamos el escenario y ahora tus últimos dos o tres trades fueron ganadores, ¿habrías percibido la señal de forma diferente? ¿La habrías percibido más como una oportunidad de ganar de lo que lo hiciste en el primer escenario? Viniendo de tres ganadores en fila, habrías dudado en abrir la operación en aquel trade?
En cada situación, el mercado generó la misma señal. Sin embargo, tu estado de ánimo negativo basado en el miedo, causó que en el primer escenario, te centrases en la posibilidad de fracaso, lo que hizo que dudaras. En el segundo escenario, prácticamente no percibiste ningún riesgo en absoluto.
Expectativas
Pongamos el ejemplo de un hipotético trader que abre una posición, despreocupado, sin ningún esquema personal que probar. Después de ganar, no considera la posibilidad de perder nunca. Cuando finalmente pierde en otra operación, su estado de ánimo se derrumba porque era lo que menos se esperaba.
En lugar de asumir que su dolor proviene de su expectativa errónea acerca de lo que el mercado debe hacer o no hacer, culpa al mercado, y concluye que si lo conociera más, impediría que ese tipo de experiencias se repitieran.
En cambio, si operamos dentro de la zona, veremos exactamente lo que necesitamos ver, y actuaremos sobre lo que vemos. Nos encontraremos en el momento, y el lugar oportunos dentro del flujo.
Cuando nos encontramos en la corriente, no tenemos que probar nada, porque todo lo que sabemos sobre el mercado está disponible para nosotros. No hay lucha. Nada se oculta o bloquea nuestra conciencia.
Sin embargo, si tenemos que probar algo, encontraremos un cierto grado de resistencia o lucha. Si operamos desde la perspectiva de buscar obtener lo que queremos o esperamos de los mercados, ¿Qué ocurrirá cuando el mercado no cumple nuestras expectativas? Nuestros mecanismos mentales de defensa actuarán para compensar la diferencia entre lo que queremos y lo que no podemos conseguir, de manera que no experimentaremos ningún dolor emocional.
Y es que, tu mente bloquea u oculta automáticamente cualquier información que signifique una amenaza con el fin de protegerte del malestar emocional que naturalmente sientes cuando no consigues lo que quieres. Con el fin de ser consistentes, debemos aprender a pensar en el trading de forma que reconozcamos consciente o inconscientemente los procesos mentales susceptibles de causarnos confusión, o bloqueo.
Puede que parezca que luchamos contra el mercado o que el mercado está en nuestra contra. Pero, en realidad todo esto ocurre dentro de nuestra mente. El mercado no percibe la información que pone a nuestra disposición; nosotros somos quienes la percibimos.
Y es que, los seres humanos vemos lo que hemos aprendido a ver. Cuando un niño interactúa con un perro por primera vez, no dispone de información en su entorno mental que le diga con qué está tratando. Si este perro le muerde, debido al trauma físico y emocional, el niño tendrá un recuerdo sobre cómo los perros pueden expresarse.
Debido a que su primera experiencia con un perro fue intensamente dolorosa, en el momento en que entre en contacto con otro perro, experimentará miedo. De este modo, cualquier otro perro podrá hacer que el niño sienta temor, a pesar de que no se trate del perro que realmente lo atacó. No importará si el próximo perro que entre en contacto con él sea el perro más amigable del mundo.
Por esta razón debemos percibir cada trade como un suceso con unos resultados probables, y estadísticamente independiente de cualquier otra operación. Si pensamos así, podremos ver por qué tenemos miedo, pero también podremos asegurarnos de que nuestros temores son completamente infundados.
Los psicólogos denominan esta dinámica como una proyección porque, en cierto sentido, el niño proyecta el dolor que experimenta en ese momento, en el perro. El segundo perro fue capaz de causarle dolor, aunque éste no fuera la verdadera fuente del trauma.
Del mismo modo, el mercado no hace que nos enfoquemos en el fracaso o el dolor, ni en ganar o sentir placer. La causa de que la información adquiera la calidad de positiva o negativa es el mismo proceso mental inconsciente que hacía que el niño percibiera el segundo perro como una amenaza peligrosa, cuando parecía que el perro era inofensivo.
Los mejores traders llegan al punto de creer, sin ápice de duda, que "cualquier cosa puede suceder". Creen tan fuertemente en la incertidumbre que realmente evitan que sus mentes asocien la situación y circunstancia del "momento ahora" con el resultado de sus trades anteriores.
Al evitar esta asociación, son capaces de mantener su mente libre de expectativas irreales y rígidas sobre como evolucionará el mercado. Son capaces "estar preparados" para aprovechar cualquier oportunidad que el mercado pueda ofrecer en cualquier momento.
Imaginemos que tienes una firme comprensión de la naturaleza de las probabilidades y, como resultado, "sabes" que la próxima operación es simplemente otra de una serie de operaciones que tienen un resultado probable. Sin embargo, todavía tienes miedo a ejecutar el próximo trade, o todavía eres susceptible de cometer varios de los errores del trading basados en el miedo, que hemos nombrado anteriormente.
Recuerda que la causa subyacente de tu temor es la percepción de la información sobre el mercado como una amenaza. ¿Cuál es la fuente de tu miedo que hace que interpretes la información del mercado como una amenaza? ¡Tus expectativas!
Cuando el mercado genera información que no se ajusta a lo que esperas, las fluctuaciones del mercado parecen tomar la calidad de una amenaza. En consecuencia, sientes miedo, estrés y ansiedad.
Creencias
Nuestras creencias son fuerzas interiores muy poderosas. Es muy difícil andar en un camino que contradice lo que creemos que es verdadero. La creencia sobre el trading más efectiva y funcional que podemos adquirir es: “cualquier cosa puede suceder”. Sin esa creencia, tu mente automáticamente tenderá a bloquear, evitar o racionalizar cualquier información que pueda indicar que el mercado podría hacer algo que no has aceptado como posible.
Si crees que cualquier cosa es posible, entonces no hay nada para que tu mente pueda evitar. Esta creencia actuará como una fuerza expansiva sobre tu percepción del mercado que te permitirá percibir información que de otra manera habría sido invisible. De este modo estarás entrenando tu mente para pensar en probabilidades.
Los casinos generan beneficios consistentes día tras día y año tras año, facilitando una actividad que tiene un desenlace totalmente aleatorio. De la misma forma, la mayoría de los traders creen que el los rendimientos del mercado bursátil no es aleatorio, sin embargo, no creen que el mercado pueda generar beneficios consistentes.
Los eventos que tienen desenlaces probables son capaces de producir resultados consistentes, si jugamos con las posibilidades en nuestro favor y si la muestra resulta ser lo suficientemente grande. Los dueños de los casinos entienden que cada mano jugada es estadísticamente independiente del resto. Cada mano individual es un evento único, donde el resultado será aleatorio en relación a la última mano jugada o la siguiente.
Si observamos cada mano individualmente, encontraremos una distribución aleatoria e impredecible entre manos ganadoras y perdedoras. Pero si analizamos el conjunto, si jugamos un número lo suficientemente grande de manos, podremos observar resultados consistentes, predecibles y estadísticamente confiables.
Si no tenemos que saber lo que va a ocurrir a continuación, no le daremos ningún significado emocional, o de otra índole, a cada mano individual, vuelta de la rueda, o lanzamiento de los dados. No nos dejaremos estorbar por expectativas poco realistas sobre lo que pudiera pasar, tampoco nuestros egos estarán implicados en lo que hacemos.
Como resultado, aprendemos a mantener las probabilidades en nuestro favor y ejecutaremos nuestro plan sin vacilaciones, lo que nos hará menos susceptibles a cometer errores. Si creemos que cualquier cosa puede suceder y que no necesitamos saber qué va a ocurrir a continuación para hacer dinero, entonces siempre tendremos la razón. Si cada pérdida te pone mucho más cerca de ganar, esperarás con impaciencia la próxima aparición de tu patrón, estando listo para tomarlo sin la más mínima reserva o vacilación.
Conclusión
“Trading en la Zona”, analiza los desafíos a los que nos enfrentamos cuando operamos en el mercado de valores. Como hemos visto, el hecho de analizar más o mejor el mercado no tiene por qué resultar en resultados consistentes. En cambio, será tu actitud y "mentalidad" lo que determinará tu éxito.
El trader que busque desarrollar una mentalidad ganadora, deberá aprender a pensar en probabilidades. De este modo, no necesitará saber qué va a pasar en el mercado para ganar dinero, asumirá que cualquier cosa puede suceder, y que cada momento es único, por lo tanto, cada momento y su resultado son verdaderamente una experiencia única.
Si creemos que el trading es simplemente un juego de probabilidades, no muy diferente a tirar de la manija de una máquina tragamonedas, entonces nos daremos cuenta de que este ejercicio no requiere esfuerzo, porque nuestro objetivo de generar beneficios y nuestra creencia en la naturaleza probabilística del trading estarán en completa armonía.
Debemos ser rígidos en nuestras normas y flexible con nuestras expectativas. Debemos ser rígidos con nuestras reglas para que podamos tener un sentido de autoconfianza que nos ayude a seguir el plan y nos proteja de una actividad que tiene pocos límites, si es que tiene alguno.
Debemos ser flexibles con nuestras expectativas para que podamos percibir, de la forma más clara y objetiva posible, lo que el mercado está comunicando en cada momento. Las pérdidas no generan ningún daño emocional, porque no interpretamos la experiencia como negativa.
Para nosotros, las pérdidas son simplemente el costo de hacer negocios o la cantidad de dinero que necesitamos para estar preparados para tener éxito en el mundo del trading. La información sobre el mercado sólo es una amenaza si esperamos que el mercado haga algo por nosotros.
Cuando aceptemos completamente las realidades psicológicas del mercado, aceptaremos completamente los riesgos del trading. Cuando aceptemos los riesgos del trading, dejaremos de percibir la información del mercado de manera dolorosa.
Cuando lo logremos, no habrá nada que nuestra mente deba evitar, nada de lo que tenga que protegerse. Cuando no haya nada que temer, accederemos a todo lo que sabemos sobre la naturaleza del mercado bursátil.
Ninguna información será bloqueada, lo que significa que seremos capaces de percibir todas las posibilidades que aprendimos objetivamente, y como nuestra mente estará abierta, descubriremos otras posibilidades que anteriormente no podíamos percibir.
Para poder captar toda esta información, no podemos estar en un estado en el que creemos que ya sabemos que lo sucederá. Cuando realmente aceptemos el hecho de no sabemos lo que ocurrirá próximamente, podremos interactuar con el mercado desde una perspectiva donde permitiremos que él mismo nos diga lo que sucederá próximamente. Llegados a este punto, estaremos en el estado mental ideal para entrar en "la zona" , donde estaremos conectados con el “momento actual del fluir de la información”.